Las alas de la libélula
●Ciertas libélulas
pueden planear durante 30 segundos sin apenas perder altitud. ¿Su secreto? Unas
alas aerodinámicas que no se parecen a ninguna de las fabricadas por la
industria aeronáutica.
Las alas ultrafinas de la libélula son
corrugadas, con pliegues que impiden que se doblen. Los científicos han
descubierto que dichos pliegues también le proporcionan una mayor fuerza de
sustentación al planear. “Esto se debe a que el aire circula por las cavidades
que hay entre los pliegues y crea zonas de muy baja resistencia al avance, lo
que facilita el flujo del aire que genera la sustentación”, afirma la revista NewScientist.
Tras
estudiar las alas de la libélula, el ingeniero aeroespacial Abel Vargas y sus
colegas concluyeron que “es fundamental inspirarse en las alas de los seres
vivos para diseñar micro vehículos aéreos”. Equipados con una cámara u otros
dispositivos, estos robots voladores del tamaño de la palma de la mano tienen
muchas aplicaciones prácticas, desde obtener datos de zonas de desastre hasta
medir los niveles de contaminación.
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