▪ Un campo magnético y una atmósfera que forman un doble
escudo protector: El campo magnético. El núcleo de la Tierra es una esfera
giratoria de hierro fundido, lo que crea un enorme y potente campo magnético
que se extiende muchos kilómetros en el espacio. Dicho campo actúa como un
escudo que nos protege del impacto directo de la radiación cósmica y de las
fuerzas potencialmente letales que emanan del Sol. Entre estas figuran el
viento solar, que consiste en un flujo constante de partículas de energía; las
erupciones solares, que en minutos liberan una energía equivalente a la que
produciría la detonación de miles de millones de bombas de hidrógeno, y las
explosiones en la corona, o capa más externa del Sol, que expulsan al espacio
miles de millones de toneladas de materia. Hay señales visibles que nos
recuerdan la protección que nos
brinda el campo magnético terrestre. Por ejemplo, las erupciones solares y las
explosiones en la corona del Sol producen intensas auroras polares, fenómenos
luminosos de gran colorido que se observan en la atmósfera superior cerca de
los polos magnéticos de la Tierra.
GALAXIAS Y SU ASOMBRO
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